Juicio Cambiaso Pereyra Rossi: Quique Pesoa recordó los límites del trabajo periodístico durante la dictadura

Foto: Andrés Macera |
El locutor y conductor periodístico Enrique Pesoa dijo el pasado miércoles 26 al declarar en Rosario en el juicio que investiga los asesinatos de dos militantes peronistas en 1983, que durante la última dictadura “era el temor lo que nos impedía denunciar algunas cosas”. El también periodista sostuvo que ese miedo era “no solamente a la violencia” sino “al despido, a quedarse sin trabajo”, y agregó: “No sé cuántos de nosotros hacemos alguna autocrítica de esos años”.

Pesoa declaró como testigo en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario en el que se juzgan los secuestros y asesinatos de los militantes montoneros Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, ocurridos en mayo de 1983, sobre el final de la última dictadura.
El periodista conducía en ese momento un programa los sábados por la mañana en la radio LT8 , y el 14 de mayo de 1983 realizó un comentario al aire sobre el secuestro de los militantes.
“Recuerdo que hubo un llamado anónimo, que yo no atendí, me parece que lo atendió un productor, sobre un secuestro violento de un par de personas en un bar”, declaró hoy Pesoa sobre el secuestro de Cambiaso y Pereyra Rossi, ocurrido el en bar Magnum de Córdoba casi Ovidio Lagos.
“Yo hice este comentario al aire agregando alguna una apreciación”, rememoró el locutor. Consultado por el tribunal, Pesoa puntualizó que aquél día realizó “una crítica profunda a la continuidad de la violencia estando tan cercanas las fechas de las elecciones y tan cerca la vuelta de la democracia”.
Además, recordó la tarea periodística durante la dictadura al señalar que “estábamos de alguna manera acompañando la situación, quizás por nuestro silencio obligado o no”. “Estoy lejos de sentirme culpable, pero muy cerca de sentirme responsable”, abundó el conductor.
De acuerdo a la investigación, Cambiaso y Pereyra Rossi fueron secuestrados por un comando integrado por Personal Civil de Inteligencia (PCI) y personal militar del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario.
Luego fueron llevados en un camión hasta un galpón ubicado en las afueras de Rosario, donde fueron sometidos a torturas, y posteriormente entregados a una patrulla del Comando Radioeléctrico de Tigre, al mando del oficial Luis Abelardo Patti.
Los cuerpos baleados de los dos militantes fueron hallados dos días después en un camino rural de la localidad bonaerense de Lima y la policía emitió un comunicado dando cuenta de un “enfrentamiento”, tal como era de rigor en ese momento.
Durante la audiencia de este miércoles en el TOF2, también declaró el docente rural Augusto Pastore, quien el fin de semana del crimen estaba en un establecimiento agropecuario de la zona de Lima y dijo haber escuchado las detonaciones. Declaró que oyó “muchas, porque era una época en que andaban muchos cazadores” por esa zona.
También prestó su testimonio Rodolfo Pineda, un ex metalúrgico que tenía por hobby sacar fotografías, y fue convocado por la policía de Zárate para tomar las fotos de los cadáveres de Cambiaso y Pereyra Rossi.
El testigo recordó que estaba por realizar tomas en un bautismo ese domingo cuando fue convocado por policías para acompañarlos hasta un camino rural donde fotografió a dos personas muertas en un automóvil.
“Había mucha gente, muchas armas, armas de todas las clases. Me agarró como pánico, había un cuerpo me parece que en el asiento de atrás y otro cuerpo en el asiento de adelante”, testimonió.
Además, también brindaron sus recuerdos un bombero de Zárate que retiró los cuerpos de los militantes y el entonces titular de un hospital donde fueron trasladados.

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