Juicio Díaz Bessone: “Cosidoy incitaba a colaborar con la dictadura”
El secretario de Derechos Humanos de la CGT y titular del gremio de los Judiciales, Julio Piumato, declaró este lunes ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) de Rosario, en el marco del juicio contra la patota de Feced, y apuntó que la actual integrante del TOF2, Laura Inés Cosidoy, “cuando era defensora oficial durante la dictadura, les decía (a los detenidos) que era amiga del general (Leopoldo) Galtieri, que era por entonces comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, con quien comía asados muy usualmente”. Además el dirigente indicó que “el objetivo de la represión en la Argentina fue garantizar la implementación del programa económico de (el ex ministro de Economía José Alfredo) Martínez de Hoz”.
Piumato declaró el mediodía de este lunes ante la justicia federal rosarina en el marco de la causa Díaz Bessone, que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en el centro clandestino de detenciones que funcionó en el entonces Servicio de Informaciones (SI) de la policía local.
El dirigente judicial fue propuesto como testigo por la defensa de la ex detenida Marta Bertolino, una sobreviviente del SI cuyo marido, el ex delegado sindical de la Sanidad, Oscar Manzur, permanece aún desaparecido.
Piumato identificó durante su testimonio a detenidos rosarinos que compartieron cárcel con él en La Plata, adonde habían sido trasladado cuando “levantaron” el penal santafesino de Coronda, a mediados de 1979, antes de la llegada al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo el secretario de la CGT.
“El objetivo de la represión en la Argentina fue garantizar la implementación del programa económico de (el ex ministro de Economía José Alfredo) Martínez de Hoz”, indicó Piumato, y para eso era necesario “evitar la resistencia de los trabajadores a ese programa”, agregó .
En su testimonio, el titular del gremio de Judiciales reconoció a los detenidos-desaparecidos José Aloisio y Eduardo Nasini, quienes fueron trasladados de la cárcel santafesina de Coronda a mediados de 1979 a La Plata, donde él estaba detenido, rememoró.
“Yo compartí prisión con Aloisio y otra gente de Rosario, fue allá por el 79, porque ante las denuncias que había en el exterior fueron levantadas las cárceles del Segundo Cuerpo ante de llegada de la CIDH, que vino en septiembre del 79”, narró el dirigente gremial.
“A mediados del 79 se levantó la cárcel de Coronda, ahí es cuando llegó gente con la que compartí el pabellón, con Aloisio y Nasini”, precisó.
Con relación al vínculo con los dos detenidos rosarinos, Piumato dijo ante el los jueces: “Me quedaron dos cosas: escuché directamente hablar de las torturas en la Dirección de Investigaciones (por el Servicio de Informaciones), escuché los relatos de lo que era el comandante Feced (por entonces jefe de la Policía local), que era el que lideraba las patotas genocidas en Rosario, escuché un montón de situaciones alrededor de ese oscuro personaje”.
En su relato, el dirigente también apuntó contra la actual integrante del TOF2 Laura Inés Cosidoy, de quien dijo que durante la dictadura, cuando era defensora oficial en Rosario, “les decía (a los detenidos) que era amiga del general (Leopoldo) Galtieri, que era por entonces comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, y que comía asados muy usualmente en la Quinta de Funes”.
“Ella los incitaba, comentaban que les hacía ostentación de partes femeninas, con actitudes como seductoras y los invitaba a que colaboraban, porque si lo hacían y les daba información, ella se comprometía a interceder ante su amigo Galtieri”, añadió Piumato.
Cosidoy se excusó en su momento de ser parte del tribunal del anterior juicio contra responsables del terrorismo de estado en Rosario, el denominado Guerrieri-Amelong, justamente por su amistad declarada con Galtieri.
En su declaración, Piumato recordó además que fue secuestrado el 1º de junio de 1976 “junto a un grupo de delegados gremiales del Poder Judicial en la ciudad de Buenos Aires” y que permaneció “10 días en calidad de desaparecido, luego puesto a disposición de un juez y sobreseído”.
Sin embargo, el secretario de Derechos Humanos de la CGT dijo que luego “fui sometido a un tribunal irregular y detenido hasta 1982”.
Sobre las motivaciones del golpe del 24 de marzo de 1976, Piumato fue contundente: recordó que en 1984 se conoció una “orden de batalla del general (Roberto) Viola” en la que “con una claridad meridiana se explica cuál es el objetivo de la represión en la Argentina”.
Y agregó: “El objetivo era garantizar la implementación del programa económico de Martínez de Hoz anunciad el 2 de abril del 76”.
“Ese documento oficial del Ejército argentino decía que el objetivo era evitar la resistencia de los trabajadores a ese programa económico”.
Más temprano, había declarado Marcelo Jalil, hermano del desaparecido Sergio, quien brindó su testimonio para describir el contexto que vivieron los familiares de víctimas de la dictadura en los años del terrorismo de estado.
El caso de Jalil, cuya madre Noemí fue una de las reconocidas referentes de Madres de plaza 25 de mayo de Rosario, no forma parte de este tramo del juicio, ya que todavía se encuentra en la etapa de instrucción.
El juicio en el que declaró Piumato tiene como imputados al ex titular del Segundo Cuerpo, Ramón Genaro Díaz Bessone; a los ex policías rosarinos José Carlos Scortechini, Ramón Rito Vergara, Mario Alfredo Marcote y José Rubén Lo Fiego; y al civil acusado de complicidad con la dictadura Ricardo Miguel Chomicky.
Piumato declaró el mediodía de este lunes ante la justicia federal rosarina en el marco de la causa Díaz Bessone, que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en el centro clandestino de detenciones que funcionó en el entonces Servicio de Informaciones (SI) de la policía local.
El dirigente judicial fue propuesto como testigo por la defensa de la ex detenida Marta Bertolino, una sobreviviente del SI cuyo marido, el ex delegado sindical de la Sanidad, Oscar Manzur, permanece aún desaparecido.
Piumato identificó durante su testimonio a detenidos rosarinos que compartieron cárcel con él en La Plata, adonde habían sido trasladado cuando “levantaron” el penal santafesino de Coronda, a mediados de 1979, antes de la llegada al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo el secretario de la CGT.
“El objetivo de la represión en la Argentina fue garantizar la implementación del programa económico de (el ex ministro de Economía José Alfredo) Martínez de Hoz”, indicó Piumato, y para eso era necesario “evitar la resistencia de los trabajadores a ese programa”, agregó .
En su testimonio, el titular del gremio de Judiciales reconoció a los detenidos-desaparecidos José Aloisio y Eduardo Nasini, quienes fueron trasladados de la cárcel santafesina de Coronda a mediados de 1979 a La Plata, donde él estaba detenido, rememoró.
“Yo compartí prisión con Aloisio y otra gente de Rosario, fue allá por el 79, porque ante las denuncias que había en el exterior fueron levantadas las cárceles del Segundo Cuerpo ante de llegada de la CIDH, que vino en septiembre del 79”, narró el dirigente gremial.
“A mediados del 79 se levantó la cárcel de Coronda, ahí es cuando llegó gente con la que compartí el pabellón, con Aloisio y Nasini”, precisó.
Con relación al vínculo con los dos detenidos rosarinos, Piumato dijo ante el los jueces: “Me quedaron dos cosas: escuché directamente hablar de las torturas en la Dirección de Investigaciones (por el Servicio de Informaciones), escuché los relatos de lo que era el comandante Feced (por entonces jefe de la Policía local), que era el que lideraba las patotas genocidas en Rosario, escuché un montón de situaciones alrededor de ese oscuro personaje”.
En su relato, el dirigente también apuntó contra la actual integrante del TOF2 Laura Inés Cosidoy, de quien dijo que durante la dictadura, cuando era defensora oficial en Rosario, “les decía (a los detenidos) que era amiga del general (Leopoldo) Galtieri, que era por entonces comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, y que comía asados muy usualmente en la Quinta de Funes”.
“Ella los incitaba, comentaban que les hacía ostentación de partes femeninas, con actitudes como seductoras y los invitaba a que colaboraban, porque si lo hacían y les daba información, ella se comprometía a interceder ante su amigo Galtieri”, añadió Piumato.
Cosidoy se excusó en su momento de ser parte del tribunal del anterior juicio contra responsables del terrorismo de estado en Rosario, el denominado Guerrieri-Amelong, justamente por su amistad declarada con Galtieri.
En su declaración, Piumato recordó además que fue secuestrado el 1º de junio de 1976 “junto a un grupo de delegados gremiales del Poder Judicial en la ciudad de Buenos Aires” y que permaneció “10 días en calidad de desaparecido, luego puesto a disposición de un juez y sobreseído”.
Sin embargo, el secretario de Derechos Humanos de la CGT dijo que luego “fui sometido a un tribunal irregular y detenido hasta 1982”.
Sobre las motivaciones del golpe del 24 de marzo de 1976, Piumato fue contundente: recordó que en 1984 se conoció una “orden de batalla del general (Roberto) Viola” en la que “con una claridad meridiana se explica cuál es el objetivo de la represión en la Argentina”.
Y agregó: “El objetivo era garantizar la implementación del programa económico de Martínez de Hoz anunciad el 2 de abril del 76”.
“Ese documento oficial del Ejército argentino decía que el objetivo era evitar la resistencia de los trabajadores a ese programa económico”.
Más temprano, había declarado Marcelo Jalil, hermano del desaparecido Sergio, quien brindó su testimonio para describir el contexto que vivieron los familiares de víctimas de la dictadura en los años del terrorismo de estado.
El caso de Jalil, cuya madre Noemí fue una de las reconocidas referentes de Madres de plaza 25 de mayo de Rosario, no forma parte de este tramo del juicio, ya que todavía se encuentra en la etapa de instrucción.
El juicio en el que declaró Piumato tiene como imputados al ex titular del Segundo Cuerpo, Ramón Genaro Díaz Bessone; a los ex policías rosarinos José Carlos Scortechini, Ramón Rito Vergara, Mario Alfredo Marcote y José Rubén Lo Fiego; y al civil acusado de complicidad con la dictadura Ricardo Miguel Chomicky.