Comenzó en Rosario el primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Nicolás durante la dictadura

El Tribunal Oral Federal Nº2 (TOF2) inició este martes la primera audiencia del juicio oral y público por tres causas de crímenes de lesa humanidad en San Nicolás. Durante la mañana se realizó una movilización y una radio abierta organizada por el Espacio Juicio y Castigo frente a los tribunales federales, para acompañar a los testigos, querellantes y familiares de las víctimas. “Esta es una lucha colectiva y este día es también un triunfo colectivo”, dijo Manuel Gonçalvez, nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo y único sobreviviente de la denominada “Masacre de Juan B. Justo”, una de las tres causas unificadas en el juicio que se inició este martes. Gonçalvez, que es querellante en el proceso oral, sostuvo que en los últimos años se ha “logrado cambiar muchas cosas” y que el enjuiciamiento de los represores “es un triunfo de todos como país, como pueblo”. “Esta causa para mí no es una causa particular, no es mía, no tiene que ver con mi mamá, tiene que ver con la historia de un país”, añadió el joven que se convirtió en el primer nieto recuperado en formar parte de la comisión directiva de Abuelas. El proceso que lleva adelante el TOF2 de Rosario, integrado por los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe, se inició pasadas las 10 con la lectura de la requisitoria de elevación a juicio de la causa por la “Masacre de Juan B. Justo” por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. José María Budassi, integrante de la Mesa de la Memoria de San Nicolás y testigo en el juicio, dijo que “la importancia está focalizada en el principal imputado, el ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, que era el jefe del Área Militar 132 y era el dueño de la vida y de la muerte de todos nosotros en ese momento”. El sobreviviente de la dictadura recordó que el militar retirado “es el imputado en todas las causas y le tuvieron que hacer tres pericias médicas para que al final se lo sentara en el banquillo” de los acusados. También valoró “toda la construcción política de la memoria que hemos hecho en todos estos años en San Nicolás, desde que empezamos en 2004 con Manuel (Gonçalvez) y con familiares de los otros compañeros desaparecidos que no son de la ciudad de San Nicolás, y que les duele volver”. También el diputado nacional del Frente para la Victoria e hijo de desaparecidos, Horacio Pietragalla, acompañó hoy el inicio del juicio, junto a la nieta recuperada Victoria Montenegro. Pietragalla consideró la causa como “un caso emblemático para lo que es San Nicolás” y destacó la importancia de que “hoy estemos juzgando a los responsables y que Manuel pueda llegar a la justicia y encontrar un poco de alivio”. En ese sentido, dijo que “gracias a los organismos de derechos humanos y a las políticas de Néstor y Cristina (Kirchner) hoy podemos llevar a cabo esto, que es poder juzgar a los asesinos de nuestros padres”. A su turno, el abogado de querellantes en juicios por delitos de lesa humanidad, Pablo Llonto, sostuvo que el proceso iniciado esta mañana “para muchos de nosotros era uno de los más esperados, por lo que representa, no sólo porque uno de los represores a los que tanto se buscó y se encontró, como Saint Amant, hoy pueda estar siendo juzgado, sino porque sin duda representa una nueva victoria en la lucha contra la impunidad”. El proceso oral que lleva adelante el TOF2 de Rosario reúne en un mismo juicio tres causas “con quince víctimas, setenta testigos y tres imputados”, precisó a esta agencia Álvaro Baella, abogado representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que también es querellante. En una de ellas se investiga la denominada “Masacre de Juan B. Justo”, un operativo conjunto de fuerzas militares y policiales donde fueron asesinados el matrimonio compuesto por Omar Amestoy y María del Carmen Fettolini, junto a sus dos pequeños hijos Fernando (5) y María Eugenia (3), quien falleció más tarde en el Hospital San Felipe de San Nicolás. En ese procedimiento ocurrido en la madrugada del 19 de noviembre de 1976 en una vivienda de la calle Juan B. Justo de la ciudad bonaerense, también fue asesinada Ana María del Carmen Granada, quien alcanzó a resguardar a su bebé de apenas cuatro meses en un placard, envolviéndolo con un colchón, según detalla el expediente. Ese bebé es hoy el joven Manuel Gonçalvez, único sobreviviente de la masacre y querellante en la causa por el crimen de su madre. “Me aparece todos los días una pregunta permanente que es por qué sobreviví. No es fácil para mi, pero si algunas veces puedo encontrar alguna respuesta tiene que ver con días como este, tiene mucho sentido que esté hoy acá y que pueda acompañar este proceso judicial para que se termine la impunidad por lo que nos pasó en esa casa”, dijo Gonçalvez, cuyo padre Gastón -militante de la JP- fue asesinado unos meses antes en la localidad de Escobar, y por cuyo crimen fue condenado a prisión perpetua el año pasado el ex comisario Luis Abelardo Patti. En la causa por la “Masacre de Juan B. Justo” están procesados Saint Amant; el coronel retirado Antonio Federico Bossié, jefe de Operaciones de la zona; y el ex comisario jefe de la delegación San Nicolás de la Policía Federal, Jorge Muñoz. En tanto, en el juicio también se ventilan los casos de ocho militantes de la Juventud Peronista desaparecidos en San Nicolás entre abril y mayo de 1987, por los que está imputado Saint Amant. Las víctimas son María Regina Spotti, María Rosa Baronio, Eduardo Luís Reale, Horacio Arístides Martínez, María Cristina Alvira, Raquel Rosa Alvira, Víctor Gustavo Almada y Martín Adrián Almada; a los que se añade en la tercera causa la privación ilegítima de la libertad de José María Mastroberardino, quien fuera víctima de la dictadura por alquilar su vivienda al matrimonio Almada-Spotti.

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