Juicio Díaz Bessone: Las defensas de Lofiego y Chomicky

Este miércoles se escucharon dos alegatos de la defensa en el juicio Díaz Bessone. Los abogados de los imputados José Rubén Lofiego ‒Gritzko Gadeo Doronsoro‒ y Ricardo Chomicky ‒Héctor Galarza Azzoni‒, respondieron acusaciones y pidieron la absolución de sus defendidos.

En el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Servicio de Informaciones (SI) de la policía rosarina durante la dictadura, son juzgados además del civil Chomicky y el ex policía Lofiego, los también ex policías Mario Marcote, Ramón Rito Vergara, José Carlos Scortechini, y el ex jefe del Segundo Cuerpo Ramón Díaz Bessone.

La jornada comenzó con la continuidad del alegato de la defensa de Lofiego, a cargo de Dorronsoro, quien se dedicó a relativizar las imputaciones por los homicidios de Alberto Tión y Oscar Manzur. Ambos militantes se encuentran desaparecidos.

En una extensa exposición, en la que no negó la existencia del terrorismo de Estado, Dorronsoro se esforzó en demostrar una pormenorizada lectura del expediente. Con machetes en la mano, repasó los relatos de los más cien testigos que pasaron por el juicio en busca de contradicciones que le sirvieran para mitigar las responsabilidades de su defendido.

Dorronsoro planteó, sobre el homicidio de Tión, que no había “prueba fehaciente de la causa de su muerte”. Cabe reiterar que el militante montonero Alberto Tión, además de haber sido salvajemente torturado, engrosa las larga lista de desaparecidos de la dictadura, y por ende no se cuenta con su cuerpo para que haya un peritaje que compruebe las causas de su deceso.

El acento del abogado de Lofiego estuvo puesto en esta jornada de alegatos, en subrayar que “no hay prueba material” que demuestre “la autoría de los asesinatos” por parte de su defendido, más que la acusación algunos de los testigos a las que calificó de “vagas y genéricas”.

Dorronsoro contestó también a la acusación por el homicidio del militante montonero Oscar Manzur, quien fue secuestrado junto a su mujer Marta Bertolino y sus compañeros Juan Girolami y Ernesto Rueda. Al igual que en el caso Tión apuntó a relativizar la prueba directa ‒que lo sitúe a Lofiego en el momento del hecho del homicidio‒ en contra de su defendido.

Tras eso intentó reeditar una pseudo teoría de la Obediencia Debida y señaló que Lofiego actuaba por órdenes primero de sus superiores inmediatos ‒los jefes de la policía‒, y más arriba por la autoridad del Segundo Cuerpo de Ejercito y las Fuerzas Armadas, a quienes responsabilizó por los “crímenes de lesa humanidad” cometidos por el “golpe de estado más sangriento de la historia del país”.


Alegato por Chomicky

Después de los pedidos de absolución solicitados por el representante legal de Lofiego, fue el turno de la defensa de otro de los imputados del juicio, Ricardo Chomicky, el civil acusado como “colaboracionista” por buena parte des sus ex compañeros de militancia en Montoneros, y cautiverio en el SI. Su abogado, Galarza Azzoni, quien no pudo ocultar que no se esperaba tener que iniciar su alegato esta jornada, comenzó una larga exposición que no logró concluir durante la tarde de este martes.

Galarza planteo dos cuestiones centrales: la nulidad de la acusación del la Liga Argentina por los Derechos del Hombre ‒única de las querellas que acusó a su defendido‒, y “la revictimización” a la que consideró que Chomicky está siendo sometido al haber sido primero “detenido y víctima del terrorismo de Estado” y ahora enjuiciado junto a sus captores. Ideas fuerza centrales de su discurso, por las que reclamó la absolución del único civil imputado en el proceso.

En el primero de los señalamientos, Galarza Azzoni citó la mitad de la biblioteca que lo proveyó de argumentos para sostener que la acusación de la única querella que realizó imputaciones a Chomicky debía ser declarada nula, afirmación que prometió fundamentar más adelante en su alegato.

A continuación repasó una larga serie de de recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las Naciones Unidas, la Corte Suprema de la Nación y otras instituciones del Derecho Internacional referidas a cómo deben ser analizados los casos de víctimas del terrorismo de estado, incluso en los casos particulares en los que se plantea las conductas como la “colaboración” o la “delación”.

Entre los argumentos esgrimidos por Galarza, destacó el hecho de que “el titular de la acción penal”, es decir la fiscalía, había pedido la “absolución de Chomicky”.

Tras aclarar que no tenía nada más preparado para su alegato en el día de la fecha, Galarza concluyó su alocución y el tribunal planteó que debería continuar el próximo lunes a las 9,30.

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