Juicio a la patota de Feced: declaró Díaz Bessone


Ramón Gennaro Díaz Bessone, ex Comandante del Segundo Cuerpo de Ejército e ideólogo del plan de extermino aplicado en la región durante el terrorismo de estado, declaró este lunes en los Tribunales Federales en el marco de la causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos en el Servicio de Informaciones (SI). A los gritos y sin filtro, defendió el genocidio perpetrado por los militares en la dictadura. “Yo di la orden de aniquilar al enemigo en ámbito del Segundo Cuerpo de Ejercito en octubre de 1975 y no en marzo de 1976 como declaró alguna vez el Comandante de Gendarmería Agustín Feced”, confesó el represor para refutar una declaración de 1984 de Feced. Además dijo que “los 30.000 desaparecidos eran un invento” del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luís Duhalde. “Los hijos de Hebe de Bonafini viven en París”, remató el general retirado.



“Aniquilar significa, destruir, exterminar, reducir a la nada, matar, asesinar al oponente”, gritó engreído al Tribunal Oral Federal (TOF) N°2 de Rosario, el ex Comandante del Ejército Argentino, Ramón Gennaro Díaz Bessone, imputado de graves delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en Rosario junto a cuatro policías y un civil.

El militar vociferó “su versión de los hechos” con el volumen al máximo, según explicó por que padece “problemas en los oídos”. Entre otras afirmaciones que se volvieron insoportables para las víctimas del juicio allí presentes ‒junto a sus familiares y compañeros‒, descalificó a los jueces del TOF2 y aseguró que debería ser juzgado “como los Nazis, por un tribunal militar”.

El militar es el represor de mayor peso específico entre los acusados de este juicio en el que se investigan los delitos de secuestros, torturas, homicidios y desapariciones cometidos en el Servicio de Informaciones de la Policía de Rosario. Los abogados de las víctimas, lo señalan como “la máxima autoridad de la dictadura en la zona con vida, es responsable directo de todo lo que ocurrió en su jurisdicción mientras ejerció el mando desde el Comando del Segundo Cuerpo”.

“Este juicio es político e inconstitucional”, consideró el represor, que además cuestionó varias veces a los jueces del tribunal. “Voy a tener que explicarles varias cosas que no comprenden, porque ustedes no son mis jueces naturales”, castigó Díaz Bessone.

“Nosotros actuamos conforme a decretos firmados por un gobierno constitucional en 1975 que dictaminó que había que aniquilar a las organizaciones armadas”, afirmó el represor para defender el exterminio del terrorismo de estado. Cabe recordar que ese mismo argumento ya fue rechazado en el juicio Guerrieri - Amelong por estos mismos magistrados.

“Si son ilegales aquellos decretos, también deberían ser juzgados los funcionarios del gobierno constitucional que los dictaron”, cuestionó el represor. “Pero los hechos realizados por un gobierno no son judiciables, por lo tanto no se los podría juzgar”, se respondió el mismo.

El ex general del Ejército no se sonrojó al compararse con el Führer Adolf Hitler y demandó “ser juzgado por un tribunal militar como los Nazis”. “En una guerra no se secuestra, ni se priva ilegítimamente de la libertad, se captura y apresa”, aclaró en su afán de bancar el terrorismo de estado.

En una larga alocución que comenzó cerca de las 16.30 y que se suspendió pasadas las 20 ‒como no culminó aun seguirá declarando el martes‒, se despachó sobre todos los temas y personas.

Para justificar el golpe, Díaz Bessone rememoró que dirigentes políticos le fueron “a reclamar acciones contra el gobierno de Isabel Martinez de Perón”, o agradecerle “el haber arreglado el descalabro que estaba produciendo”, y en esa lista mencionó a “Martínez Raimonda de Rosario”, o a “gente del Partido Comunista”.

Además de las barbaridades que dijo sobre la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y pegarle al gobierno nacional en la figura del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luís Duhalde, Díaz Bessone recordó que Ernesto Sábato “se dio vuelta en 1984” ya que “durante el proceso se había reunido con Videla y hablado muy bien de él”, y aseguró que “la cifra de los desparecidos es la que dijo la señora Graciela Fernández Meijide”.

Cuestiones preliminares

En el primer tramo de la audiencia, por la mañana, el tribunal resolvió las cuestiones preliminares que habían sido planteadas quince días atrás, en el debate entre abogados de los imputados y de las querellas, antes de la suspensión realizada por la intervención quirúrgica de otro de los represores, José Scortechini.

Los magistrados resolvieron rechazar la mayoría de los planteos de las defensas, pero hizo lugar a la exclusión del juicio de seis querellantes, quienes estaban como parte acusadora del proceso oral sólo por el delito de asociación ilícita. Desde el tribunal entendieron que había sido un error del juez de la instrucción permitirles acusar como querellantes en el delito de asociación ilícita, sin haber sido parte del proceso de instrucción de la causa. Un tecnicismo jurídico que no tiene ninguna consecuencia práctica sobre el proceso.

La decisión de los jueces ‒hay que destacar que Caballero votó en disidencia y fundamentó a favor de los querellantes‒, cayó mal entre los familiares de desaparecidos. Uno de ellos, Pedro Buovier de H.I.J.O.S Rosario ‒cuyo padre Oscar, es una víctima del SI‒ repudió la resolución y afirmó: “es una cruel manera de manosear las expectativas de los familiares, primero un juez nos dice que somos parte, y luego estos nos dicen que no. Para los jueces será un formalismo, pero no tienen en cuenta lo que pasa con los querellantes”. Otra de los excluidas es Élida Luna, la reconocida militante de Familiares.

La Madre de plaza de Mayo, Herminia Severini, con la pasión que la caracteriza, fuera el tribunal en el corte del mediodía, dio aliento al resto de los militantes y puteó: “Igual, por más tecnicismos que planteen, no se van a salvar de la cadena perpetua estos hijos de puta”.

Sigue el martes

Pasadas las 20 la presidenta del tribunal Beatríz Caballero anunció que la audiencia seguirá este martes a partir de las 9.30.Los querellantes, testigos, familiares militantes de organismos de derechos humanos deberán tomar coraje y una buena dosis de ranidtidina para la jornada que los espera, ya que Díaz Bessone parece tener bravuconadas como para seguir con la parla un largo e insoportable rato más.

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