Díaz Bessone siguió declarando
El represor Ramón Genaro Díaz Bessone continuó con su declaración este martes en el juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2), por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detenciones que funcionó en el Servicio de Informaciones (SI) de la policía local. El represor negó la existencia de centros clandestinos de detención bajo la órbita del Ejército mientras él fue comandante del Segundo Cuerpo y se despegó del accionar de la patota de Feced.
En la causa están imputados, además de Díaz Bessone, los ex policías José Rubén Lo Fiego, Mario Marcote, Ramón Rito Vergara y el civil Ricardo Miguel Chomicky, acusados de privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y asociación ilícita.
Díaz Bessone y Lo Fiego también están procesados por 17 homicidios ocurridos en el primer año de la última dictadura.
El eje de la defensa de Díaz Bessone –empleada por otros acusados en juicios por violaciones a los derechos humanos– se basa en que "el plan sistemático de exterminio no existió" porque "el único plan fueron los decretos y las directivas del gobierno constitucional" que encabezó Isabel Perón, según fundamentó varias veces el militar retirado.
"Durante mi gestión no hubo actividades clandestinas ni ilegales", sostuvo más tarde el acusado,.
En su relato, también se despegó del accionar represivo llevado a cabo por la policía de Rosario, por cuyos delitos se lo juzga en esta causa.
"No tuve control operacional de la policía de Santa Fe", sostuvo, aunque sí admitió que "era normal el intercambio de informaciones con todas las fuerzas" represivas.
También reconoció que si el Ejército tenía en su poder un detenido lo trasladaban a dependencias policiales "si lo pedían", y a la inversa.
En un tramo de su indagatoria, Díaz Bessone señaló que "la Doctrina de la Seguridad Nacional jamás existió como documento oficial del gobierno argentino o del Ejército". De todos modos, evaluó que "no fue un concepto despreciable en la historia nacional" y que "no tiene nada de objetable", pero insistió en que "no existió como doctrina de las Fuerzas Armadas".
La audiencia se extendió hasta las20.30, horario en el que el represor continuaba hablando. Este miércoles lo seguirá haciendo pero sólo hasta las 16, ya que en ese momento el juicio se suspenderá para que se haga un chequeo el acusado Scortechini, recientemente operado.
En la causa están imputados, además de Díaz Bessone, los ex policías José Rubén Lo Fiego, Mario Marcote, Ramón Rito Vergara y el civil Ricardo Miguel Chomicky, acusados de privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y asociación ilícita.
Díaz Bessone y Lo Fiego también están procesados por 17 homicidios ocurridos en el primer año de la última dictadura.
El eje de la defensa de Díaz Bessone –empleada por otros acusados en juicios por violaciones a los derechos humanos– se basa en que "el plan sistemático de exterminio no existió" porque "el único plan fueron los decretos y las directivas del gobierno constitucional" que encabezó Isabel Perón, según fundamentó varias veces el militar retirado.
"Durante mi gestión no hubo actividades clandestinas ni ilegales", sostuvo más tarde el acusado,.
En su relato, también se despegó del accionar represivo llevado a cabo por la policía de Rosario, por cuyos delitos se lo juzga en esta causa.
"No tuve control operacional de la policía de Santa Fe", sostuvo, aunque sí admitió que "era normal el intercambio de informaciones con todas las fuerzas" represivas.
También reconoció que si el Ejército tenía en su poder un detenido lo trasladaban a dependencias policiales "si lo pedían", y a la inversa.
En un tramo de su indagatoria, Díaz Bessone señaló que "la Doctrina de la Seguridad Nacional jamás existió como documento oficial del gobierno argentino o del Ejército". De todos modos, evaluó que "no fue un concepto despreciable en la historia nacional" y que "no tiene nada de objetable", pero insistió en que "no existió como doctrina de las Fuerzas Armadas".
La audiencia se extendió hasta las20.30, horario en el que el represor continuaba hablando. Este miércoles lo seguirá haciendo pero sólo hasta las 16, ya que en ese momento el juicio se suspenderá para que se haga un chequeo el acusado Scortechini, recientemente operado.