Este miércoles 23 de septiembre a partir de las 9.30, el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario comenzará a juzgar a Federico Almeder, René Juan Langlois y Enrique Andrés López, exintegrantes de la sede Rosario de la Policía Federal, acusados por primera vez de delitos de lesa humanidad. El juicio cuyo inicio se demoró en numerosas oportunidades, se conoce popularmente como la "Causa Klotzman". A los acusados, se les imputa el secuestro y la desaparición de 29 personas y de la apropiación de una niña, cuya identidad resultó luego restituida. También está acusado Jorge Fariña, quien durante la última dictadura se desempeñó en el Destacamento de Inteligencia 121 del Ejército. Los crímenes de lesa humanidad endilgados a los imputados tuvieron como eje el centro clandestino de detenciones llamado "Quinta Operacional de Fisherton", en las afueras de Rosario. El Espacio Juicio y Castigo Rosario, que nuclea a organizaciones como Abuelas de Plaza de Mayo filial Rosario, H.I
Por Martín Stoianovich. “Mi papá era Gastón Gonçalves y mi mamá era Ana María Granada”, fueron sus primeras palabras. Segundos antes, se había acomodado en el estrado de tal manera que el leve sol que entraba por la ventana no alcanzara a molestarlo. Había llegado el 27 de agosto, y Manuel Gonçalves Granada ya estaba declarando en el juicio que abarca a la Masacre de la Calle Juan B. Justo, llevada a cabo el 19 de noviembre de 1976 durante la dictadura cívico militar. Él fue el único sobreviviente siendo un bebé de cinco meses, mientras que entre las cinco víctimas fatales se encuentra su madre. “Yo estaba ese día, en ese lugar, pero mucho de lo que yo puedo contar es lo que fui reconstruyendo en estos años”, explicó con la serenidad que lo acompaña. Manuel fue Claudio Novoa hasta 1995, cuando pasó a ser un nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. A partir de ese día tiene la necesidad de saber qué pasó. Por su padre ya logró la condena a Luis Abelardo Patti en 2011, y hoy bus
La declaración que el represor Francisco Bueno realizó en Brasil como testigo del juicio Guerrieri-Amelong, –donde fue encontrado por Interpol debido a que tenía un pedido de captura por su implicancia en la causa Gazzari Barroso–, agregó información que complica aún más a los cinco imputados de la causa y aportó algunos datos hasta ahora desconocidos sobre éstos y la historia reciente de nuestra región. Entre otras referencias, Bueno señaló que Pascual Guerrieri se vinculó en su momento al tráfico de cocaína para conseguir dinero y posicionar a su jefe, Leopoldo Galtieri, en la interna militar. Además, indicó que el asesinato del general Juan Carlos Sánchez, ocurrido en abril de 1972 en Rosario y atribuido a FAR y ERP, habría sido cometido por hombres del propio Ejército entre los que mencionó a un uniformado de apellido “Arrue”. El testimonio que el ex Personal Civil de Inteligencia del Ejército (PCI) Francisco Bueno brindó en Belém do Pará (Brasil), al que redaccionrosario tuvo a